Chile es un país con tesoros de infinita tranquilidad, donde las ganas de querer contemplar sólo naturaleza se incrementan a cada paso. Lugares aislados con entornos vírgenes son la opción perfecta para un necesario turismo en solitario, lejos de multitudes, sólo en contacto con paisajes abiertos que podrás recorrer con tu mochila.

¿Sientes una pasión inexplicable por estar lejos de la ciudad? ¿Fantaseas con lugares donde la “distancia social” no sea una imposición, sino más bien la norma? Una de las nuevas tendencias de viaje mundial es el turismo en solitario en grandes espacios abiertos de naturaleza y Chile ofrece estas experiencias donde, paradójicamente, el aislamiento, el poco acceso a la tecnología y la lejanía, puede que sean la cura para las ansiedades modernas del exceso de distanciamiento.

En días donde el anhelo de muchos es el recorrer enormes bosques y aventurarse en territorios de vida salvaje prístina, Chile ofrece estas alternativas que pueden ser consideradas un lujo para el alma. En este artículo te dejamos los mejores consejos y recomendaciones para una de las tendencias turísticas del mañana: Viajar en solitario, lejos de grandes grupos, con escasa conexión a internet, pero con enorme conexión natural.

Norte de Chile

Desierto de Atacama

El paisaje inhóspito del desierto, su parecido -según expertos- a la superficie de Marte, temperaturas extremas y más de 100 km² de superficie, son suficientes para que decidas recorrerlo si lo que buscas es sentir que en el mundo solo existes tú.

En lo concreto, en el desierto más árido del planeta te abrazará un silencio sobrecogedor y te verás rodeado de volcanes, lagunas altiplánicas, bofedales y salares los que, por tu seguridad, sólo podrás recorrer en auto.

Uno de los lugares más solitarios del desierto es la Quebrada de Paipote, ubicada al noreste de Copiapó en la comuna de Tierra Amarilla,  en el Desierto de Atacama. Conocido como “Valle del Desierto” es hogar del Tamarugo, un árbol nativo de la zona que ha logrado sobrevivir en un ambiente hostil, a la escasez de agua y a las variaciones de temperatura que se dan durante el día y la noche. Aquí, la vida se da en formas realmente curiosas e inexplicables.

Pero si de vida extrema se trata, no podemos olvidarnos del poblado de Quillagua, que en lengua Aymará significa “Valle de Luna’”, ubicado a 600 kilómetros de la capital Santiago y a 280 kilómetros al norte de Antofagasta, una de las ciudades más importantes del norte chileno.

Según National Geographic es el “lugar más seco del mundo” debido a que solo han caído 0,2 milímetros de agua en los último 40 años. El verano es infernal y durante el invierno el viento no se detiene. Aquí la electricidad solo tiene una duración de ocho horas al día y no encontrarás agua potable ni ninguna distracción más allá de los cerros secos y las historias que cerca de 150 habitantes del lugar -en su mayoría ancianos- te podrán contar.

A pesar de la sequedad y casi nula vida vegetal, no quiere decir que sea un lugar inerte. Aquí encontrarás otro “tipo” de vida y abundante energía, cielos limpios perfectos para la astronomía, diversas culturas de pueblos que habitaron la zona antes de la llegada de los españoles, y una rica historia milenaria.

Para los astrónomos y seguidores del astro turismo, el cielo del Desierto de Atacama ofrece la oportunidad única de realizar esta actividad. Ha sido escogido por expertos como uno de los mejores destinos para esta práctica, donde el silencio y absoluta soledad, sumado a los cielos maravillosos, entregan la rara opción de observar el espacio y entender nuestra pequeña presencia en el universo.

Y para que te motives aún más, nuestro desierto ha sido escenario de grandes producciones cinematográficas. Por ejemplo, en 2008 se grabaron escenas de la película de la saga de James Bond “Quantum of Solace” y de “Diarios de Motocicleta”.

Un dato especial: Investigaciones han llegado a la conclusión que lo que hoy conocemos como desierto estuvo bajo el mar hace más de 100 millones de años. ¡Increíble!

Altiplano

Si lo que buscas es partir a las alturas, a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar para ser exactos, una escapada al altiplano chileno es tu mejor opción. Mucho creen que encontrar vida a tal altura es imposible, pero la hay. Y muy variada.

Para lanzarte en una excursión, debes tener en cuenta que sus accesos tienen un nivel de complejidad medio y se necesitan diversas condiciones. Deberás viajar con insumos:  abundante agua, provisiones, té de coca (según los pobladores locales ayuda para el “mal de altura”), bloqueador solar, ropa adecuada para soportar el calor y el frío y gasolina o petróleo para el auto. Te recomendamos viajar con neumáticos extras y repuestos en caso de que el vehículo sufra alguna avería. Puedes partir desde las ciudades de Calama o Antofagasta del norte chileno.

En el Altiplano te toparás con un paisaje desértico donde encontrarás poblados que fueron enclaves humanos con cientos de personas, mientras que hoy el total de habitantes no supera las 500 según las últimas estimaciones. Tal es el caso de Socaire, pueblo que se empina por sobre los 3500 metros por sobre el nivel del mar, cuyo poblado más cercano es Camar, a 25 kilómetros, o el popular San Pedro de Atacama, a 86 kilómetros de distancia. En Socaire no hay servicios básicos y es el último pueblo chileno en la ruta CH-23 que va hacia la frontera con Argentina.

Otro pueblo que puedes visitar es Chiu Chiu, ubicado a solo 30 kilómetros de la ciudad de Calama y cuya iglesia, llamada San Francisco de Chiu Chiu, data de 1540. Es considerada Monumento Nacional al ser la más antigua del país.

El poblado de Ayquina, ubicado a 74 kilómetros de la ciudad de Calama, es uno de los más deshabitados que encontrarás durante tu travesía. Aquí solo podrás ver gente durante septiembre cuando se celebra el carnaval en honor a la Virgen de Guadalupe y el silencio se transforma en danza, colores y festividad. La “Fiesta de Ayquina” está llena de bailes religiosos y rituales que duran una semana completa, son casi 70 mil personas participando y agradeciendo a la Virgen o “Chinita”. El resto del año sólo 50 personas viven en el poblado.

A 18 kilómetros se encuentra Cupo, una aldea de 50 habitantes que en su mayoría hablan la lengua Quechua y que ofrece una tranquilidad avasalladora. En este punto podrás desconectarte de la realidad y recorrer cada rincón de esta localidad.

Si ya estás planificando tu viaje, te recomendamos hacerlo durante otoño o primavera. En verano las lluvias y nieve provocadas por el invierno boliviano hacen imposible el tránsito en toda la zona

Centro de Chile

Isla Alejandro Selkirk, un paréntesis en el tiempo

Si te gusta la soledad y el mar, este es tu lugar ideal para contemplar la inmensidad del silencio y conectarte con lo más íntimo de tu alma. La pequeña isla Alejandro Selkirk, llamada hasta 1966 “Más Afuera’”, se ubica en el archipiélago de Juan Fernández, a 800 kilómetros de la costa más cercana en Valparaíso y a 165 kilómetros de la isla Robinson Crusoe y la pequeña isla Santa Clara.

Tiene una superficie total de 48 km².Es un lugar prácticamente desconocido, de altura vertiginosa, remoto, aislado, de difícil acceso e inquietante belleza que rara vez es visitada por extranjeros. Acá no encontrarás ninguna de las bondades que ofrece la ciudad como festividades, autos, televisión por cable, internet de rápida velocidad o electricidad. Sin embargo, el premio a esta travesía será paisajes imborrables con una vegetación exuberante y endémica, cascadas cristalinas, pozones de agua en medio de profundas quebradas, uno de los santuarios de aves más privilegiados del planeta, y un descanso físico y mental que agradecerás el resto de tu vida.

Adicionalmente, la isla tiene una oscura historia como colonia penal que se relaciona al presidio político en el Chile en los siglos XIX y XX y otras historias increíbles. Una de ellas es la historia cuando el escritor americano Jonathan Franzen la visitó en 2011 para esparcir cenizas de su amigo, el también escritor David Foster Wallace. Al terminar su viaje, Franzen calificó a Selkirk como “el lugar más dramáticamente bello que jamás había visto” y documentó su travesía en su ensayo “Más Afuera”, publicado en la revista New Yorker Magazine.

¿Cómo acceder? Al Archipiélago de Juan Fernández se accede en avión, pero para llegar a la isla debes tener suerte y preguntar de forma insistente si es que algún barco te acepta en su tripulación. Dichos barcos, solo viajan a dejar petróleo y provisiones a los pescadores que se establecen en el lugar para recolectar langostas, y cuya temporada tiene una duración de siete meses, del 1 de octubre al 1 de mayo. El viaje de Juan Fernández a Selkirk tiene una duración de por lo menos 14 horas, donde si el clima no ayuda, tendrás que soportar fuertes vientos y olas que pueden alcanzar los seis metros.

Sur de Chile

Araucanía

A 675 kilómetros al sur de la ciudad de Santiago se encuentra la zona de la Araucanía, lugar que por siglos fue el bastión de los pueblos originarios como los Pehuenches y Mapuches que se enfrentaron a los españoles. En esta tierra fértil y de bellas araucarias es posible acceder en avión o auto desde la capital de Chile con un tiempo de viaje de 3 horas aproximadamente por aire, o 10 horas vía terrestre.

Si hay algo que saber antes de viajar a cualquier destino de La Araucanía es que debes tener un respeto profundo por la “Pachamama” (Madre Tierra) y la cosmovisión de los Mapuches. En este lugar, a cada araucaria, volcán, río, laguna, las estrellas, el sol, la luna y todo lo que tiene relación con la naturaleza tiene un significado potente por las costumbres y creencias de sus habitantes.

A 90 minutos de Temuco, la principal ciudad de La Araucanía, podrás recorrer la Reserva Nacional Malalcahuello-Nalcas, un inmenso parque la que te impactará por sus bondades naturales y vegetación nativa, además de increíbles volcanes, -la mayoría activos- cascadas y lagunas, centros de ski, y lugares para realizar actividades deportivas en un entorno realmente verde.

La Araucanía también ofrece Parques Nacionales como el VillarricaTolhuacaHuerquehue y Conguillío. Aquí, lo que prima es el descanso rodeado de bosques mágicos de flora silvestre, aguas termales mineralizadas con temperaturas que en ocasiones superan los 40°C, senderos para hacer avistamiento de fauna silvestre y una gastronomía milenaria que ofrecen algunos poblados que aún conservan las raíces de los pueblos originarios que habitaron durante siglos.

¿Buscas soledad mezclada con naturaleza? Icalma es el destino indicado. En mapudungún, la lengua de los mapuches significa “Espejo de agua” debido a que las montañas cubiertas con un frondoso bosque de araucarias se reflejan en la laguna que comienza a los pies del macizo. Aquí sentirás la inmensidad de la naturaleza y te deleitarás con las historias de los pocos lugareños sobre extrañas criaturas y animales desconocidos que supuestamente habitan entre los bosques y montañas que rodean el lugar.

Carretera Austral

Mucho más al sur de La Araucanía, podemos recorrer la Carretera Austral. Pero ¿dónde comienza? Lo primero que debes hacer es llegar hasta la ciudad de Puerto Montt y luego dirigirte hasta caleta La Arena. Ahí debes cruzar en transbordador para retomar la carretera hasta la localidad de Hornopirén.

Cada hora de este “roadtrip” valdrá la pena. Conocerás un sinfín de lugares en los más de 1,200 kilómetros de extensión de belleza natural, desde Puerto Montt hasta Villa O’Higgins. Podrás maravillarte con lagunas de color turquesa, ríos intensos, bosques espesos de alerces milenarios y variados parques nacionales que procuran proteger y conservar la flora y fauna endémica del lugar.

La Carretera Austral se puede dividir en tres: El primer tramo va desde Puerto Montt hasta La Junta. Aquí se encuentra el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins, declarado Santuario de la Naturaleza y tiene más de 400,000 hectáreas envueltas en naturaleza pura, majestuosos paisajes y entrega la particular oportunidad de avistar cientos de aves y animales que son parte de su programa de conservación.

El segundo tramo empieza en La Junta y concluye en la ciudad de Coyhaique, lugar ideal para recargar provisiones porque a medida que avanzas al sur, las distancia serán cada vez más largas. En este tramo puedes conocer el hermoso Parque Nacional Queulat donde si te gusta la adrenalina podrás hacer trekking en el “Ventisquero Colgante” y visitar los glaciares e increíbles saltos. También podrías visitar la localidad de Puyuhuapi, cuna de exóticos bosques y prístinos ríos, ideales para navegar y visitar la localidad de Puerto Cisnes.

El último tramo comienza en Coyhaique y termina en Villa O´Higgins. En este punto puedes salir a explorar el río Mosco, conocer la Reserva Nacional Cerro Castillo, perfecta para los amantes del trekking, pero completamente alejado de grandes grupos. Este parque es relativamente nuevo, no tiene lodges o grandes acomodaciones, sólo el circuito de 51 kilómetros y algunos campings, rodeados de cordones montañosos y flora y fauna nativa.

Isla Navarino en Tierra del Fuego

Finalmente, en el llamado “verdadero fin del mundo”, nos encontramos la Isla Navarino. Un lugar misterioso del que poco se conoce fuera de Chile y que forma parte del Archipiélago de Tierra del Fuego.

Llegar no es fácil por su condición de isla. Se encuentra a más de 500 kilómetros de Punta Arenas (la ciudad más al sur de Chile) y los únicos medios de conexión son un ferry que demora 33 horas, y que hace la travesía solamente una vez a la semana. Sin embargo, también hay empresas aeronáuticas con frecuencia diaria si es que el clima permite viajar.

Isla Navarino presenta una naturaleza virgen, con bosques magallánicos de árboles nativos y montañas, ríos y lagos que prácticamente no han sido intervenidos, razón por la cual es posible hacer trekking o senderismo de tres a cinco días, en soledad absoluta, por los Dientes de Navarino, una conformación de montañas que se asemejan a la formación de una dentadura.

En este hermoso pedazo de tierra te sorprenderá una fauna poco vista, que se compone de delfines, ballenas, orcas y lobos de mar. También podrás ver pingüinos, cóndores y gaviotas. Si eres amantes de la fotografía y avistamiento de animales, este lugar te ofrece una oportunidad única.

¿Un dato? La mejor época para visitar Isla Navarino es de diciembre a marzo y el pueblo más cercano es Puerto Williams, con una población de 2,200 habitantes.

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